En estos días que vivimos la conexión entre nosotros los artistas y/o amantes del arte (aún de manera virtual) es vital. Nos mantiene con la certeza de todo lo que podemos lograr cómo creadores, de que todo pasará, y que nuestras obras vivirán más allá de nosotros, recordando a los que vendrán que nos mantuvimos creando, aún en las épocas más dificiles.
Alexandra Engel (España) es nuestra admirada de la semana; una de esas exponentes cuya sensibilidad, sin importar lo lejos que estén, nos regalan una parte de si mismos, las líneas de sus musas o la narrativa de sus espacios. Cada pincelada de luz es un momento único para ella. Bienvenida Alexandra…
RM: Háblame de ti, cómo descubriste la fotografía y lo que podías transmitir con ella.
Descubrí la fotografía por una superposición de grandes intereses. Toda la vida, desde siempre, quise estudiar bellas artes. Me interesaba la pintura, la escultura y quería dedicarme a ello. Luego cuando me fui de Buenos Aires, los viajes empezaron a formar parte de mi vida como algo natural y muy frecuente. Ahí lo único que podía cargar conmigo era una cámara. Empecé haciéndolo de manera muy intuitiva, amateur, experimentando. Por lo general todo aquello relacionado con lo artístico siempre se me fue presentando con cierta facilidad y naturalidad.
Terminé de enamorarme de la fotografía cuando me permitió entrar en contacto de manera muy íntima con las personas. Cada pincelada de luz, es un momento único.
RM: ¿Qué te inspira?
Utilizo mucho la escritura para canalizar mis ideas, mis pensamientos, proyectos futuros. Creo que es una herramienta muy simple pero poderosa, y a mí me ayuda mucho para descomprimir la cabeza.
RM: ¿Cómo es tu interacción con tus modelos y cómo logras de ellas el resultado que deseas, hay previa interacción o existe para ti ese “flechazo artístico” en el que fluye mágicamente la comunicación fotógrafo/modelo?
Depende mucho de la modelo. Pero en líneas generales, trato de analizar un poco qué emociones puede llegar a transmitirme esa persona o que puede aportar a mi estilo fotográfico. Comienzo con ideas que estén dentro de su zona de confort. Luego de un tiempo se desarrolla como un diálogo permanente, en donde esa persona va evolucionando, saca a la luz cosas que quizás antes escondía o no sabía que estaban ahí. Se genera como un quiebre, y ahí es donde mas me interesa trabajar.
RM: ¿Crees que las marcas actuales están abriéndose a utilizar fotógrafos de estilos inusuales para sus campañas, o esto también es una moda de parte de ellas y su manera de no caer en la monotonía de la foto netamente comercial?
Bueno, en principio creo que una cosa dio lugar a la otra. Para no caer en la monotonía, han tenido que dar un giro inevitable, y esto ha dado lugar a fotógrafos diferentes con estilos inusuales.
RM: Cuando revisas en el visor una foto recién hecha ¿cómo sabes que es la foto que querías y que te hace feliz? Cuéntame de qué manera te habla una foto para decirte que es la indicada.
A mí las obras – mías o de otros artistas – me enamoran constantemente. Me encanta ver como van evolucionando cuando las edito, me gusta verlas una y otra vez para encontrar algo diferente y nuevo cada vez. Porque al final lo que vemos es parte de lo que somos y cómo nos sentimos.
RM: ¿Qué fotógrafos han sido tus ídolos y referentes para tu estilo actual?
Realmente no tienen nada que ver con lo que hago. A mi personalmente me atrae mucho más fotógrafos que tienen un estilo completamente diferente al mío y con el que no me podría identificar en mi trabajo
Fotógrafos que admiro profundamente son Diane Arbus, Francesca Woodman, Nan Goldin, Ouka Leele, Robert Capa entre muchos otros.
RM: ¿Qué consejos darías a los que quieren empezar a registrar lo que les apasiona con su cámara?; paisajes, retratos, nudes, street, fashion, lo que sea.
Lo que recomiendo a cualquier fotógrafo o creativo, es que simplemente no deje de crear. La producción debería ser constante, y tener en cuenta que no siempre todo lo que hagamos nos va a gustar. Supongo que es la parte más tediosa, pero el saber lo que no nos gusta también es fundamental en nuestro trabajo.
También me parece importante no dejar de mostrar lo que hacemos. Una obra, una fotografía, una pintura, puede nunca dejar de crecer y evolucionar. Creo que la entrega o la muestra “al mundo” le da un final a ese trabajo, y nos libera de ella de alguna forma. Hay que aprender a soltar y seguir adelante con algo nuevo y desafiante.
Gracias! ☆
Todas las fotos por Alexandra Engel ©
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Entrevista y selección por Rafael Mesa
Valencia, Venezuela
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